martes, 2 de junio de 2015

LA NOCHE DEL RATONCITO PÉREZ
Clea es una ratita blanca.Vive con María, que la quiere muchísimo. Pasan las horas jugando juntas
y maría le cuenta todos sus secretos.
Un día maría anuncia contenta:
"Se me ha caído un diente, ¡Vendrá el ratoncito pérez!"
Clea no da crédito a lo que oye ¿Ratoncito qué´ratoncito?
Ni hablar de que otro ratoncito entre en esta casa, ah no, ni hablar.
María envuelve con cuidado su diente 
En un pañuelo bajo su almohada.
Clea mira que lo hace.
¿Un ratoncito recogerá este diente? ¿Y luego qué?
¿Para que quiere un ratoncito este diente?
Seguramente sera un truco para venir a instalarse aquí piensa clea.
Clea se gira y el intruso huye con el diente de maría
Clea se lanza en su persecución.
No se dará por vencida ante este ladronzuelo gris.
Clea cae sobre una larga fila de ratoncitos, todos idénticos a su ladrón.
Cada uno lleva un diente en la mano y lo presentan a un controlador: Un diente de niña... otro diente de niña... un diente de niño...¡Alto! No esta permitido traer un a dentadura, esta absolutamente prohibido. ¡Solo cogemos los dientes de leche!, dice el controlador, enfadado.
Clea aprovecha el incidente para colarse en busca de su ladrón.
"¿Pero que ha sido del inmundo ratoncito"?
Todos ce parecen.
En la otra habitación, unos ratoncitos con lentes enormes examinan los dientes.
¡Perfecto! ¡Ni la mas pequeña señal de caries, y que blancura! ¡Una verdadera maravilla!, dice uno de ellos.
Luego pregunta, alzando un poco la voz:
¿Quien ha traído esta pequeña joya?.
Entonces Clea  reconoce al ladrón, que avanza orgulloso "Yo Era de la pequeña maría y lo estaba vigilando desde hace mucho tiempo", anuncia el ratoncito.
¡Mentiroso! ¡Es mio! ¿Con que derecho coges el diente de mi maría?
La pelea comienza otra vez,los ratoncitos grises abren mucho los ojos asombrados.
Mientras pelean, Clea entrevé una ratita gris con una bata blanca que se apodera del diente, e  indiferente sale de la habitación.
¡Ni hablar! ¡Para! ¡Este diente es mio!, Grita clea, abandonando a su adversario.
Atraviesa una sala en la que un montón de bonitos paquetes obstruye el paso.
¡Despacio! ¿crees  que es fácil hacer paquetes?,
protesta una ratita.
"Ah, son los regalos para los niños a cambio de sus dientes.
Luego la historia es cierta, pero, ¿Para que querrán todos estos dientes?, se pregunta clea.
¿No ves que estamos ocupadas?
¡Podrías ser educada, al menos rata de hotel malhumorada!, protesta clea, saliendo en busca del diente de maría.
Clea llega a un a enorme sala muy clara,
Numerosos ratoncitos en bata blanca trabajan.
Algunos observan una pantalla
casi tan grande como la pared.
"Todo esto es cada ves mas raro" ¿Donde estará el diente de maría?, dice clea.
De repente todo empieza a temblar.
 Un ruido ensordecedor, como de terremoto, retumba en la sala, y una voz grita:
Todos los ratoncitos de bata blanca desaparecen como por arte de magia, clea intenta seguirlos, pero llega a otra sala sorprendente. Enormes columnas grises tiemblan peligrosamente.
¡Oh! ¡Todo ce va a derrumbar!, dice clea.
Otras ratitas grises ce pasan con revistas en la mano.
"Sonríen y mirando hacia arriba, repiten:  Enseguida estará", ¿Quiere una revista? ¡Esperad estoy soñando!
La tierra se derrumba y ellos le sonríen al techo, se indigna clea entonces levanta los ojos.
Queda completamente petrificada por lo que ve.
Presa de pánico, empieza a correr en todas direcciones gritando:
Las ratitas de bata blanca la atrapan al vuelo y la llevan a otra sala.
¡Silencio! ¡Silencio! Lo vas asustar. tiene que estar absolutamente tranquilo, explica un ratoncito con aspecto de medico.
¿Pero que hacéis con este elefante?
¿Todavía no lo comprendes? somos dentistas de elefantes. por eso los elefantes siempre nos han tenido miedo.
"Ah ya entiendo, ¿ Y el diente de maría?"
Esta allí arriba , listo para tapar una caries en el colmillo del elefante. puedes ir a buscarlo si quieres dice el ratoncito un poco burlón.
Bueno... me parece que sera mejor que me marche, dice clea. En ese caso te acompañamos.
Algo mas relajada, ahora clea tiene prisa por volver asu bonita jaula.
Estos ratoncitos dentistas no tienen ninguna intención de quitarle su lugar junto a maría.
Al pasar una ratita empaquetadora confía a clea un bonito paquete, No olvides el regalo de maría.
Se merece algo así por un diente tan bonito.
Cuando llegan a su destino el ratoncito pérez se despide de clea:
"Bueno, te dejo el paquete. No tienes mas que dejarlo debajo de su almohada".
"Adiós, ratoncito pérez!
¡Hasta pronto!, dice clea.
A penas se despierta maría mira bajo su almohada.
¡Oh, un elefantito de porcelana! ¡Que bonito!.
 Pero clea, ¿ que haces aquí? ¿Has visto al ratoncito pérez esta noche? ¿Para que quiere los dientes el ratoncito? ¿Te lo ha dicho, clea?.